CRÓNICA DE UNA MARCHA DE INDIGNADAS Y FEMINISTAS CATRINAS

NADA PERSONAL

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Política
Noviembre 02, 2018 12:30 hrs.
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Kenia Guzmán Pérez › codice21.com.mx

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Aunque no todas eran feministas, sí eran mujeres que se veían indignadas, decididas y hartas de la violencia contra las mujeres. Desde las 5 de la tarde de este jueves 1º de Noviembre, primer Día de Muertos, alrededor del Asta Bandera, comenzaron a llegar mujeres vestidas de negro y maquilladas del rostro como las ’Catrinas’, aunque en versiones modernas.

Para sorpresa de los pocos turistas que ya había a esa hora en la Playa Papagayo, llegaron ’catrinas’ jóvenes elegantemente vestidas, otras no tan jóvenes, más maduras y con maquillaje blanco y negro en la cara.

Algunas ’catrinas’ más sexis de shorts y altísimos tacones. Otras se veían más folclóricas con colores alegres en la cara y vestimenta.

También llegaron varios hombres jóvenes acompañando a las mujeres, de manera respetuosa y solidaria. Algunos también vestían el atuendo propio de los ’catrines’, maquillados de la cara o con máscaras de la Muerte. E incluso niñas que venían igual pintadas de ’catrincitas’.

La convocatoria a esta marcha la hizo la Red Estatal de Organizaciones Feministas de Guerrero, por lo que las dirigentas de estas agrupaciones ordenaron el contingente que ya se disponía a salir: por delante los familiares de mujeres que han sido asesinadas o están desaparecidas, quienes con fotos en mano se acercaron al frente y encabezaron la marcha. Atrás los grupos e integrantes de feministas y público en general. Éramos cerca de 200 personas que comenzamos la caminata del Asta Bandera a La Diana, de la cual fui partícipe orgullosa, junto con mi niña Paloma.

El contingente de mujeres y hombres vestidos de negro y rostros maquillados, semejaba más bien un cortejo fúnebre que caminaba pero no en silencio, sino con fuertes gritos y consignas por la transitada Costera Miguel Alemán, que debido al ’puente’ vacacional del Día de Muertos, se encontraba con gran afluencia de tránsito vehicular. A diferencia de Chilpancingo, donde las mujeres fueron vestidas de blanco y de colores, esta lucía de miedo. Además de que las marchistas, en su mayoría mujeres, llevaban ramitos de flores de cempasúchil y terciopelo en las manos. Otras llevaban cartulinas con frases que decían ’Si me matan dirán que porque no estaba en Misa’, aduciendo a lo que dijo el arzobispo de Chilapa-Chilpancingo, respecto a los pasados feminicidios. Mientras otras frases señalaban ’No quiero que me cuides, quiero que me respetes’, ’Beber no es delito, Violar sí’, entre muchas otras frases que llamaron la atención de la gente.

La caminata de más de 40 minutos por la Costera se fue haciendo grande poco a poco porque fue llegando gente a sumarse. Al llegar a La Diana ya eran un gran contingente, porque había mucha gente esperando la marcha. Muchos turistas se detenían a ver por minutos la caravana, tomaban fotos y se decían solidarios con las marchistas.

Pero fueron las consignas y cantos de las mujeres feministas las que atrajeron la atención de los transeúntes como las clásicas: ¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!. ’¿Qué queremos las mujeres?: Justicia!, ¡Mujer escucha, únete a la lucha!, ¡Amiga, hermana, si te pega no te ama!

Mientras que las mujeres más jóvenes hicieron una adecuación de la canción La Llorona, al estilo feminista, que corearon en un tramo del recorrido.
Pero lo que más cimbró a lo largo de la Costera fue la palabra mil veces repetida en voces femeninas: ¡Justicia!, ¡Justicia!, ¡Justicia!. O la que decía: ¡Señor, señora no sea indiferente se mata a las mujeres en la cara de gente!

LAS MUJERES MÁS POBRES SON LAS QUE MÁS CORREN PELIGRO

Al llegar a la glorieta de La Diana, se colocaron al pie del monumento las flores, cartulinas, cruces de color morado y se encendieron las veladoras, como tributo a las mujeres asesinadas en Acapulco y Guerrero. Posteriormente, vino un pronunciamiento de un grupo de muchachas feministas que pidieron a los tres niveles de gobierno coordinarse para realizar acciones específicas en contra de las violaciones contra las mujeres. La joven que leyó el documento dijo que ’las mujeres tenemos miedo de salir al trabajo, a la escuela, de ir a caminar por las calles, de hacer uso de nuestro derecho de esparcimiento, pero también tenemos miedo de estar en nuestras casas, porque incluso ahí también nos matan’.

Dijo que ’hoy estamos secuestradas en nuestra propia ciudad. Nuestros derechos humanos son una utopía. Nos están matando, nos están desapareciendo a cualquier hora del día…’

Acusaron que tenemos un gobierno omiso, sin un compromiso real con las mujeres, sin políticas públicas y sensibles, con una alerta de género inservible y sin protocolos reales que garanticen el derecho más elemental que es la vida. Y por el contrario se encuentra revictimización, burla e incapacidad.

Otra de las feministas pidió que las autoridades cumplan de manera real y se sancione o se separe del cargo a los funcionarios que en lugar de impartir justicia, han obstaculizado a través de la dilatación de sus tareas y omisiones graves que cuando se acuda a hacer la denuncia de una desaparición de una mujer se cumplan las recomendaciones internacionales, que están señaladas en las primeras 24 horas.

’Hoy nos hemos reunido por las mujeres que hoy ya no están. Para exigir el esclarecimiento de sus crímenes que dejen de ser revictimizadas, de ser acusadas, de ser señaladas, que después de ser asesinadas se atente contra su dignidad con las declaraciones que solapan a los feminicidios’, expresó por el altavoz.

Las feministas dijeron solidarizarse con los familiares de las víctimas de feminicidios y exigieron que el gobierno las atienda, junto con los hijos que quedaron huérfanos.

’Ya basta de simulaciones, exigimos resultados, ya basta de agresiones contra las mujeres, de amenazas, de sexismo, que las mujeres más pobres sean las que más corran peligro, sin alumbrado, sin seguridad en el transporte público’, sentenció la activista..

Luego retumbó la palabra de esta tarde: ¡Justicia!, ¡Justicia!, ¡Justicia!
Mientras que otras féminas gritaron ¡Ni una más, Ni una más, ni una asesinada más!....¡Jueces y Fiscales también son los culpables!

Luego vino el cierre de la activista más enérgica en Acapulco, María de Jesús Martínez Hernández quien puntualizó con voz fuerte y sin miedo que ’el Gobierno permite que nos maten, el Gobierno permite que nos secuestren, el Gobierno permite que nos asaltan. Todo está permitido. Exigimos justicia para las muertas, para todas las desaparecidas. ¡Ni una más, ni una más, ni una asesinada más!!!!

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