Oficinas Centrales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) otorgará 32 millones de pesos para los trabajadores, como compensación al descuento del ISR a sus prestaciones.
El rector Javier Saldaña Almazán informó a los sindicatos que oficinas centrales de la Universidad dispondrá 32 millones de pesos para los más de 5 mil trabajadores, y compensar un poco el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de sus prestaciones que dispuso la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a través del SAT.
El 14 de julio la administración central de la Universidad informó oficialmente a los trabajadores el timbrado de su nómina. Luego de eso hubo manifestaciones en contra del pago de este impuesto. El argumento reiterado fue que el no pago fue parte de una lucha de décadas.
Este martes en una conferencia de prensa en Rectoría de la UAGro, Javier Saldaña junto con la dirigente sindical del STTAISUAG, Brenda Alcaraz y del STAUAG, Ofelio Martínez, informaron sobre el tema.
Brenda Alcaraz dijo que era importante el anuncio de los 32 millones de pesos para los trabajadores, que esto permite abrir el panorama.
Expuso que desde que tomó el cargo, en el 2013, se tocó el tema del pago del ISR. Y desde el 2015 se buscó que no se pagaran los impuestos a sus prestaciones, para evitar que los trabajadores sufrieran una merma a su salario quincenal.
Luego de una controversia aclaró que los trabajadores siempre han pagado impuestos de su salario, pero no de sus prestaciones, que es donde ahora el SAT les requiere el pago.
Recordó que en 2015 los trabajadores pidieron al SAT ’el tiempo necesario’ para regularizar el pago del impuesto. Las autoridades del SAT se comprometieron que los cinco años que se adeudaban se exentarían en cuanto se timbrara la nómina a sus prestaciones.
La secretaria general comunicó que se conformará una comisión tripartita, donde estarán los secretarios general de los sindicatos, Javier Saldaña y los asesores fiscales para definir cómo se distribuirán los 32 millones de pesos, y se beneficie a todos los trabajadores.
La Jornada