Palabra de mujer

La igualdad entre mujeres y hombres es un principio fundamental de la democracia. No obstante, en la realidad sigue habiendo discriminaciones por razones de sexo. Así, por ejemplo, afecta más a las mujeres que a hombres. Las mujeres ocupan la mayor parte de los empleos precarios y de los trabajos a tiempo parcial.

Según estudios del “Foro económico mundial” ubica la desigualdad de género del continente en un 68 por ciento en aspectos que incluyen el acceso a la educación, a la salud y a cargos públicos.

Pregunta ¿Qué tan de acuerdo está en que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres?, La mayoría de las personas consideran que las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres en política y gobierno.

Al cuestionar sobre el liderazgo en política el 70 por ciento, dijo estar en desacuerdo con que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres. Sin duda, la postura refleja un avance en la concepción de equidad de género, aunque es preocupante que un 30% este de acuerdo con la postura que adjudica a los hombres mejor liderazgo político.

Tres de cada diez personas piensan que, de llegar una mujer a la Presidencia, los mandatarios de otros estados le concederían menos importancia a sus opiniones por su género, mientras el resto opina que la relevancia sería igual.

En general los ciudadanos consideran que con una mujer en la presidencia, muchos rubros mejorarían. Sin embargo, el combate a la corrupción es el área en el que hay menos expectativa, ya que afirman que “las mujeres son muy emotivas” y por ello podrían ser “influenciadas con facilidad”. Pero ¿Qué tan cierto podría ser esto?

También es muy importante que haya mujeres en los lugares de decisión, pero ¿Podría ser una trampa?, hoy en día las mujeres están preparadas para ocupar cargos públicos. Ya no es un acto feminista, no se trata más del marxismo y feminismo, se basa en un acto de igualdad completa. Como se está decretando que todos los partidos políticos estén conformados por un 50 por ciento de hombres y mujeres en cargos públicos.

Como mujeres en contra de la discriminación por género, sería ilógico entrar en el lado opuesto, querer “ser más” que el sexo opuesto, puesto que venimos luchando por una equidad.

Ahora, hay más puntos que tomar en cuenta, podemos ver la aceptación de la ciudadanía hacia la posibilidad de que una mujer este al mando, pero debo ser totalmente imparcial, esto no se trata de una lucha de género, ser mujer no garantiza tener las cualidades que se necesitan para ocupar un cargo público, así como tampoco el hecho de ser hombre, lo que lo podría garantizar es una persona con las características necesarias, por su calidad y experiencia.

La honestidad y el deseo de hacer bien las cosas, no son producto del género del candidato o de su filiación política. Sería ideal que no se hablara de colores, de movimientos o corrientes políticas y mejor se hablara de propósitos para prestar mejores servicios.

Pensemos con cabeza fría, no es una cuestión de género, es una cuestión de transparencia y cambio. En Guerrero por ejemplo, la candidata del PRD según las tendencias y la respuesta de las mujeres, se perfila para ser la primera gobernadora de la entidad, ya que las féminas consideran que es tiempo de que una dama tome las riendas de la entidad y transforme de gran manera la forma de hacer política en un estado marcado por el machismo y la convulsión social.

Por otro lado, tenemos que tomar en cuenta al electorado, que esta lastimado, perdiendo totalmente la confianza a los partidos políticos, por lo que las mujeres podrían optar por ser candidatas independientes, esto ayudaría a crear una iniciativa de cambio y confianza que en los demás partidos está decayendo.

Y hay que aceptarlo, así como hay hombres corruptos, hay mujeres que también lo son. Sin embargo, el hecho de no haber tenido una mujer al mando, deja una incógnita que solo la podremos descifrar cuando tomemos la decisión de que esto ocurra. Dejemos los prejuicios y comencemos a aceptar que las mujeres no estamos “detrás de un gran hombre”, sino que, caminamos junto a él.