No nada más el Cambio Climático nos desconcierta en este planeta, sino también los cambios de patrones de conducta en la política, resulta que el alcalde de Chilapa, Jesús Parra García, y la diputada federal Verónica Muñoz Parra, bendicen desde el púlpito de la Iglesia de esa población.
Juntos con el párroco Javier Casarrubias, los representantes populares lanzaron agua bendita a los feligreses asistentes a la misa, dándoles la bendición, vaya que si no debe de ser grande la congoja.
Cualquier ser humano puede bendecir a otro, pero un representante popular o político, y en la Iglesia como que suena que los patrones sociales están cambiando, quizás por los climas de violencia que los hace reflexionar.
La bendición que dieron no es el hecho en sí, sino en el lugar donde la dieron, se supone que ahí hay un representante para dar la bendición; es como si un cura debatiera en la cámara de diputados sin haber renunciado o pedido permiso de dejar sus hábitos interrumpidos.
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