Mucha confusión ha dejado la designación no oficial de Fredy Barrera Méndez como precandidato a la presidencia municipal de Atoyac por el PRI, misma designación que ha sido calificada por el grueso de militantes tricolores de esta ciudad como una broma de mal gusto.
La designación de Fredy Barrera como precandidato a la alcaldía puede manejarse con dos sencillos escenarios, el primero, un acto de justicia a la perseverancia de un personaje que por más de cuatro campañas consecutivas ha sido menospreciado y marginado por di-versos partidos, por los cuales ha desfilado sin pena ni gloria y que es señalado por la actual militancia de ser un chapulín político con lige-reza en sus convicciones priistas, pues lo mismo le dio aspirar en 2002, que en 2005 irse a través del PRD, compitió nuevamente por Convergencia donde pierde la elección y hace perder a Elías Salo-món, candidato del PRI en ese entonces.
* Los falsetes de Fredy Barrera y el regreso a medias con el PRI.
En 2008 regresa al PRD; pierde la interna contra Carlos Armando Be-llo Gómez, con quien perdió entonces y seguro perderá otra vez aho-ra, en 2012 regresa al PRI, pero pierde la interna con Edi Tabárez y trascendió que apoyó al candidato del PRD, Pablo Solís Nava.
En 2015 vuelve a competir en el PRI, pero Dámaso Pérez Orgánes le gana la candidatura, por lo que se supo en el PRI que sus acuerdos con Yaneli Hernández fueron a cambio de beneficios personales para inclinar la balanza hacia el perredismo.
Cosa a parte son los señalamientos de Barrera Méndez como ente co-rrupto de la función pública, pues luego de que el contralor interno de la SEG en aquel tiempo Arturo Latabán López diera a conocer que uno de los funcionarios del gobierno estatal anterior a ese periodo que fueron inhabilitados fue el ex director de Finanzas de la Secreta-ría de Educación Guerrero, Fredy Barrera Méndez.
Luego entonces, viene la pregunta medular de este análisis, ¿quién es la mano que presiona el gatillo en esta ruleta rusa política para el priismo en Atoyac?, sin duda alguna sería interesante saber si es realmente un priista en sus cinco sentidos el que promueve una pre-candidatura con tan arriesgado sesgo, o caso contrario, saber si este es un acuerdo de compra venta con el candidato independiente que ya una vez derrotó fácilmente a un Fredy Barrera más joven y en pleni-tud, ¿que será ahora 10 años después con nula convocatoria, com-promisos no cumplidos y una moral priista por los suelos con un candidato sin compromiso con las bases?, seguro nada prometedor.
¡Hasta la próxima!