Propuestas y Soluciones

Ha sido muy buena lección de democracia (refiriéndose a la revocación de mandato).
Andrés Manuel López Obrador (Politólogo y político mexicano, 1953 -).

El pasado domingo 10 de abril, se llevó a cabo por primera vez un ejercicio democrático constitucional inédito, la revocación de mandato, el objetivo de este ejercicio es que la población cuente con la posibilidad de revocar el mandato de un gobernante, cuando no cuente con el respaldo de la mayoría de la población.

Este ejercicio es especialmente útil, cuando el mandatario en cuestión (que puede ser municipal, estatal o federal) sufre pérdida de la confianza del electorado.


Este ejercicio, por obvias razones, debe acompañarse previamente de una 2ª. Vuelta electoral y voy a explicar las razones pragmáticas, haciendo un ejercicio de prospectiva.
En un universo de cinco partidos políticos (actualmente contamos con siete), un candidato puede ser electo teóricamente en una elección dividida, con una cifra ligeramente superior al 20 %. Partido ganador 1: 21 %, Partido 2: 20 %, Partido 3: 20 %, Partido 4: 20 %, Partido 5: 19 %. Por lo cual un gobernante, (sin la 2ª. Vuelta, con la cual no contamos, un candidato puede ganar con un respaldo menor del 50 %), así que, una vez que haya ganado, la oposición sumada en su contra, (que podría ser hasta del 79 %), podría inducir una revocación de mandato y ganarla fácilmente. Por lo tanto, es necesario que el candidato ganador, haya sido respaldado previamente por una mayoría absoluta (la mitad más uno de los votos válidos computados) antes de aplicar un ejercicio revocatorio.


En esta ocasión, con una aprobación presidencial superior al 55 % en varias encuestas, la participación fue del 17.77 %, de ahí, por la opción: Que se le revoque el mandato por pérdida de la confianza: 1,063,209, equivalente a 6.4426%.
Por la opción: Que siga en la Presidencia de la República: 15,159,323, equivalente al 91.8600%. Nulos: 280,104, equivalente al 1.6973%.

Hay que destacar, que no es que el presidente cuente con el respaldo del 91% de la población, la oposición llamó a un abstencionismo activo, donde manifestaba su rechazo al mecanismo de la revocación, acusándolo de manipulación de origen, al ser promovido por el mismo partido del presidente, con un fin orientado a la ratificación y no a la revocación, así que hicieron el llamado a #UrnasVacias. No obstante, los simpatizantes del presidente y los más radicales opositores al mismo, o aquellos que consideraron que era una obligación participar y votar en contra, participaron y los resultados ahí están. El presidente del INE Lorenzo Córdova declaró:
El INE, cumplió una vez más como siempre lo ha hecho desde su creación, con su responsabilidad de garantizar que cada persona inscrita en la Lista Nominal pueda ejercer libremente el sufragio y garantizó la libertad de quienes decidieron participar y respetamos, por supuesto, a quienes decidieron no hacerlo.

El hecho es, que ya contamos, afortunadamente, con un instrumento que nos permitirá remover a funcionarios electos que no estén cumpliendo de forma apropiada con su función.
En México el ejercicio nacional, tuvo un costo de 1,567,400.000 pesos. Por lo que cada voto recibido, tuvo un costo al erario de 102.50 pesos. En México, curiosamente, todos estuvieron felices con el resultado.

Los partidarios del presidente, estaban felices porque habían ganado el ejercicio entre los votantes con el 92 %, pese a que la oposición no había participado. Los que llamaron al abstencionismo activo, estaban felices porque piensan que ellos con su llamado, lograron un abstencionismo de más del 82 % y la votación total estuvo a la mitad de lo necesario para hacer el ejercicio vinculatorio.

Los mexicanos que deseamos instrumentos democráticos estamos felices, porque contamos ahora ya con este nuevo mecanismo, que seguramente será para bien.
El domingo 17 de abril, por primera vez en la historia, una iniciativa presidencial de reforma constitucional, fue rechazada por la cámara de diputados, al no reunir las dos terceras partes (mayoría calificada). Las diferencias entre los dos proyectos de nación, son al parecer, irreconciliables. Al día siguiente, se hicieron cambios en la Ley Minera, para afianzar la nacionalización del Litio. Debemos de considerar que el Litio, como todos los minerales que se encuentran en el subsuelo, ya son propiedad de la nación.

La nueva ley, habla de la posibilidad de reservarse los derechos de explotación de minerales estratégicos, pero no determina cuales son, por lo que deja en una situación de ambigüedad a las actuales concesiones mineras, sobre todo canadienses, de oro, plata y otros minerales. Esto fue un triunfo político para el presidente y su partido, después del revés (ya esperado) del rechazo de la iniciativa constitucional.


El antecedente de la votación en contra, cercena las posibilidades de una reforma electoral como la que quería impulsar el presidente, eliminando diputados y senadores de representación proporcional, lo que garantizaría la mayoría calificada en ambas cámaras, para el partido o alianza ganadora de la próxima elección constitucional en 2024.


El siguiente paso ha sido la mutua acusación de los diputados de traición. Los niveles de encono han sido lamentables. Es importante ser cuidadoso en el manejo de las emociones de las masas, porque nunca sabemos cuál puede ser la reacción del monstruo de mil cabezas.


Ahora, más allá de la batalla mediática, México sigue caminando por el sendero de la democracia. Recordemos que de acuerdo a la definición de Robert Dahl, la democracia es un régimen de pesos y contrapesos para lograr equilibrio en la búsqueda del bien común de la sociedad. Debemos mantener ese paso. Recordemos que solamente Juntos Logramos Generar: Propuestas y Soluciones.
#TodosSomosMexicanos #AltoAlOdio


JLG.