La intermediación de las Administradoras de Fondos para el Retiro en el manejo de los ahorros de los trabajadores no ha sido benéfica, pues perfectamente se podría desistir de las mismas y obtener mejores rendimientos que garanticen una jubilación más digna.
Existen 10 tipos de paquetes de inversión que son llamados Siefores, mismos cuyas bolsas se integran por la agrupación de trabajadores dependiendo de su año de nacimiento. Es en estas donde su promedio es de alrededor del 6.5%.
La situación está en que más de la mitad de los recursos son invertidos en bonos gubernamentales, mismos que a dicha fecha otorgaron rendimientos de alrededor del 8.5%.
En otras palabras, de no existir las Afores e invertirse todo en estos bonos soberanos, mismos que llevan décadas pagándose -es decir, que tienen un riesgo casi nulo-, a los trabajadores les iría mejor y no habrían tenido un solo periodo de minusvalías, las cuales se han presentado en casi la mitad de vida de las Afores.
Incluso si se es más estricto con el análisis y se tiene en cuenta que sólo la mitad de los recursos se invierte en bonos gubernamentales, y que otro punto porcentual se pierde por la “administración” de dichos recursos por parte de las Afores, aún siguen perdiendo otro punto porcentual en sus inversiones de riesgo, esto es, o que son muy malos identificando oportunidades en otros mercados, o bien, como han demostrado algunas investigaciones periodísticas, existe corrupción y complicidad en la inversión de proyectos que resultan ser un fraude.
Las Afores, ganen o pierdan, cobran un 1% del total del monto administrado como comisión cuando su mera presencia, provoca que los trabajadores obtengan menos réditos que si su dinero fuera invertido en Cetes o Bonos gubernamentales de renta fija.