En una etapa como ser humanos, debemos reflexionar que en algún momento nuestra vida va a terminar, y no sabemos en qué hora, día o en año partiremos por la voluntad de Dios al valle de los muertos, porque la vida no la tenemos comprada, y tocar ese tema, lo rehuimos, incluso hasta cuando nos ofrecen una tierra para nuestro entierro, nos incomodamos y decimos, no nos interesa de momento.
No es suficiente firmar una pila de papeles para dejar una herencia y otras instrucciones al final de la vida. Nuestros herederos también deben estar al tanto de ello y saber dónde hallar los documentos personales para cuando se requieran.
Uno puede evitar tales problemas, si conservamos en un lugar seguro documentos importantes y poner al tanto al familiar que más confianza le tenga, para encontrarlos en un momento dado.
Es recomendable crear una carpeta completa de documentos a los cuales pueden acceder los miembros de la familia en caso de una emergencia, con el fin de que no tengan que pasar apuros en situaciones lamentables y las pólizas de seguros o cuentas bancarias, lleguen a quienes tengan que llegar luego de la partida. Eso no significa que uno debería guardar todo, a veces la gente conserva tantos documentos que los seres amados no encuentran fácilmente los importantes.
Pero hay que ser realistas, tarde que temprano nos llega la hora de ir a dar cuentas al creador, y es importante estar preparados y tener en orden las indicaciones de donde será nuestra última morada, la herencia (sí existe) y principalmente tener la documentación personal a la mano, para no dejarles más problemas de preocupación, a parte de los sentimientos destrozados ante la pérdida de nuestro familiar.
Se han dado casos que cuando un trabajador fallece, no se saben sus familiares, ni la clave de su tarjeta de nómina, y en la mayoría de los casos, los bancos se han quedado con el salario del empleado que fallece, aunque usted no lo crea.
Documentos originales y copias más importantes, es lo que tendrán que tener a la mano la familia, testamento, póliza de seguro, acta de nacimiento más reciente, credencial elector, credencial del ISSSPEG, credencial de trabajo de la entidad municipal, estatal, federal o empresarial, acta de matrimonio o divorcio, acta nacimiento de los hijos (principalmente de los menores para su pensión), acta de nacimiento de los padres y de matrimonio, documentos de propiedad de casas, lotes en cementerios, vehículos, certificados de acciones y bonos de ahorro en el banco u otra institución, entre otras cosas, con el objetivo de que la muerte no nos sorprenda sin estar preparados.
Espero que mi reflexión les sirva para que a partir de mañana, organicen sus documentos personales en una carpeta especial, con el objetivo de no dejar problemas a sus familiares y se los digo porque yo ya lo estoy haciendo, porque uno no tiene la vida comprada.