La nueva apuesta opositora para frenar al movimiento de la Cuarta Transformación es la figura del expresidente Ernesto Zedillo, quien fuera designado candidato tricolor tras el magnicidio del candidato Luis Donaldo Colosio. El problema es que, como casi la totalidad de sus líderes, se trata de un impresentable.
Sólo en el escándalo más reciente, César Gutiérrez Priego, candidato a Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reveló audios presunto nexo entre la esposa de Ernesto Zedillo, Nilda Patricia Velasco, y el Cártel de Colima.
Gutiérrez Priego es hijo del General José de Jesús Gutiérrez Rebollo, sentenciado por sus nexos con el narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, conocido como "El Señor de los Cielos", a lo que precisó que desde antes de su muerte en 2013, se le legaron las pruebas que fueron las que provocaron que su padre fuera incriminado.
También, recientemente, Pablo Gómez, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), acusó que el expresidente priista Ernesto Zedillo ’miente feo’ al asegurar que entregó abierta y oportunamente la auditoría que se le realizó al Fondo Bancario de Protección al Ahorro Bancario (Fobaproa), por lo que relató cómo tanto Zedillo como el PRI y el PAN hicieron todo lo posible para ocultar dicha información, primero, encriptando el reporte con 5 llaves cibernéticas, cada una en poder de un distinto líder político, y después manteniéndolo en reserva.
Un análisis del Centro Internacional de Casos (CIC) del Tecnológico de Monterrey, basado en un reporte del contador canadiense Michael W. Mackey, evidenció que durante la aplicación del Fobaproa tuvieron lugar varias irregularidades, amparadas en la impunidad, y que existió una negativa de los involucrados de proporcionar la información sobre el caso a la auditoría que se ordenó, misma que terminó siendo un reporte.
El Fobaproa fue una deuda operada por particulares, empresarios y políticos, quienes se declararon insolventes para pagar sus préstamos millonarios, no se les cobró nada y al final hicieron pública la obligación para que fuera pagada por todos los mexicanos. Lo peor es que hicieron la deuda a 50 años para que encima se pagara 4 o 5 veces más que la suerte original; ya se pagó al doble y aún se debe el doble.
Por si fuera poco, durante la mañanera de Claudia Sheinbaum se difundió un pequeño documental sobre la represión registrada durante el sexenio de Ernesto Zedillo, evocando las masacres de Acteal y Aguas Blancas, así como la persecución a los militantes del PRD que representaba entonces la izquierda y movimientos sociales.
Esa represión se dio durante un periodo de agitación social que se debía a una profunda crisis económica que generó expresiones de inconformidad social. Los asesinatos y masacres fueron ordenados desde la presidencia de la República.