Cambio climático
Raúl De La Rosa
La generación de energía y sobre todo su almacenamiento, son parte de las soluciones y principales problemáticas del cambio climático. La búsqueda de obtener "energías limpias" para detener la emisión de contaminantes a la atmósfera, la tierra y sus cuerpos de agua es una prioridad de la investigación científica y desarrollos tecnológicos. Pero para que las baterías recargables contribuyan realmente contra el cambio climático producto de nuestra forma de producción para sostener nuestro estilo de vida, es necesario que los gobiernos y empresarios del mundo impulsen el uso de "energías limpias y/o renovables"; como ejemplo están las energías eólica o solar, de ésta manera brindarán estabilización de la energía a la red eléctrica cuando el viento no sople para mover los generadores eólicos o cuando el sol se oculte al llegar la noche para alimentar paneles solares.
Otra propuesta sería extender la vida útil de una batería, reduciendo de ésta manera los efectos negativos al medio ambiente cuando es desechada por su agotamiento productivo, pero ¿cómo podríamos lograr extender la vida útil de una batería recargable? Por lo general, la batería que mueve un auto eléctrico dura casi 10 años, después de ese tiempo su capacidad de almacenamiento de carga decae entre un 70 y 80%, lo cual no es suficiente para impulsar un automóvil. Pero, tal como lo han planteado la y los doctores Oscar Sotelo, Horacio Martínez, Edna Vázquez, John Henao y Carlos Poblano, del Sistema Nacional de Investigador@s (SNI) de México, sí es suficiente para suministrar la energía necesaria en sistemas estacionarios, como el de las casas habitación, apoyado en el balance energético de plantas generadoras de energía eléctrica, para electrificar comunidades de áreas rurales pequeñas y/o medianas que carecen o cuentan con una modesta red eléctrica.
La y los especialistas en cambio climático han mencionado que para mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados, 100 millones de vehículos eléctricos deben ser sumados a nuestros caminos a nivel mundial para el año 2030. Ésto representaría un aumento del 40% o 50% respecto a las cifras actuales, lo cual es casi imposible de lograr.
¿Por qué las señalizaciones anteriores? Porque es importante mencionar que hoy en día la producción de baterías recargables causa graves daños al medio ambiente, ya que la industria minera produce demasiados desechos para extraer los minerales que se utilizan en la fabricación de baterías, que daña flora y fauna, cuerpos de agua y al aire circulante. Y eso es muy importantes debido a que cerca del 90% de autos eléctricos utilizan baterías de ion-litio, cuya producción contribuye de forma significativa a potenciar el calentamiento global... ¡Hasta dos veces más si lo comparamos con la producción de autos de combustión interna!... Ya que se utiliza hasta el doble de energía en la producción de baterías recargables, todo esto, considerando desde la extracción de la materia prima (extracción del mineral de litio) hasta la energía consumida en la manufactura de las mismas en las fábricas y talleres donde se producen.
Y aún hay más, otro inconveniente es la fuente de carga que proveerá electricidad al auto eléctrico, si es con recursos no renovables como combustóleo y/o carbono, contaminará más que una batería que será energizada con paneles solares. Por lo tanto, para alcanzar un potencial verde con los autos eléctricos, no solo requiere de aumentar su producción, si no también que el sistema en el que operan sea sostenible.
Por lo que podemos concluir que la fabricación y uso de baterías recargables en autos eléctricos, ciertamente se encuentra en un nivel de desarrollo muy consolidado. Sin embargo, ambientalmente hablando, este intento por detener el cambio climático, tiene efectos negativos, ya que la fabricación de las baterías daña los ecosistemas desde su extracción de los minerales hasta la manufactura de la batería dentro de las fábricas. Actualmente la generación de energía por fuentes no renovables aún es dominante, y suponiendo que la mayoría de los autos fueran eléctricos, esto llevaría a incrementar el nivel de contaminación del aire por emisiones de CO₂ debido a la alta demanda de energía de las plantas carboeléctricas o termoeléctricas, que usan como fuente fundamental los restos fósiles.
Es decir, las baterías recargables que hoy en día se utilizan, para efectos de contribuir a detener o relentizar el cambio climático, como se dice coloquialmente, sólo es abrir un hoyo para tapar otro hoyo.