Sopa de Grillos

Voy a ser una reflexión con dedicatoria y con todo respeto a las secciones hermanas del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), que próximamente van a tener cambio de dirigentes, en la sección XIX, XXVII, XXXV y LVI y principalmente para aquellos trabajadores que verdaderamente desean un cambio dentro de su sección sindical, y tienen que enfrentarse con una planilla oficial.

Por principio de cuentas, deben saber que un comité seccional tiene votos cautivos, porque han apoyado a los trabajadores con ascensos, le han conseguido prestamos económicos, plazas para a sus hijos, o los hacen compadres o comadres; pero no a todos los trabajadores se les ha ayudado, solo una minoría ha sido favorecida y principalmente a sus familiares o incondicionales y esos son los votos cautivos.

Para hacer la democracia, solo se necesita dos planillas suficientes para ganarle a una planilla oficial, y la otra debe ser formada de la base trabajadora, pero existen trabajadores, que de la noche a la mañana les sale lo revolucionario, los guerreros de las causas justas, cuando hay elecciones y durante cuatro años están calladitos.

Y muchas veces los trabajadores revolucionarios, en los cuatro años que no hay elecciones, abandonan a los trabajadores, no los visitan en sus oficinas, no los orientan o no les dan a conocer sus derechos y obligaciones por medio de folletos y mucho menos participan en las asambleas para hacer señalamientos a los directivos o al propio secretario general o aportando ideas y dando soluciones para mejorar su sección sindical, para que trabajen los dirigentes con honestidad y transparencia.

Lo que siempre beneficia a una planilla oficial, es que le conviene que surjan dos o hasta cuatro planillas de la base trabajadora, ¿y porque le conviene?, porque si la planilla oficial, tiene votos cautivos asegurados, dándose el caso que en una sección sindical cuenta con 1,200 sindicalizados, los votos seguros que cuenta una planilla oficial es de 400 votos y quedan 800 votos que se repartirían entre las planillas que hayan surgido de las base trabajadora y que son los que están inconformes.

Y si son dos planillas surgidas de la base trabajadora, se van a repartir los 800 votos y aunque fuera en forma proporcional, les tocaría de 400 cada una, y si fueran más planillas, los votos serian menos para cada planilla.

Para hacer la democracia deben de ser solo dos planillas, una surgida del comité en el poder y otra de la base trabajadora, aunque se diga que se le debe de dar oportunidad a todos, porque tienen el derecho, pero no todos tienen la seguridad de ganarle a la planilla oficial, porque el juego de la democracia, es que “uno tiene que ganar y todos los demás tienen que perder”.

Lo mejor sería que los que desean encabezar las planillas de la base trabajadora, se pusieran de acuerdo sin egoísmo, y dejaran sus intereses personales a un lado, y acordaran formar una sola planilla de unidad, y se formaran cuadros dentro de la planilla, y a futuro adquirirían más experiencia y trabajaran con honestidad y transparencia y así fuertes podrían enfrentar a la planilla oficial y es la única manera de poder ganar una elección limpia y transparente a una planilla oficial.

Cuando se rompe el esquema de formar solo dos planillas, para hacer la democracia, surgen varias planillas, corren el riesgo, que la planilla ganadora y principalmente la oficial, llegan débiles ante el patrón, y al gobierno le gusta tener dividido a los trabajadores, para que no les exijan los derechos que les corresponda.