*Qué es un Sindicato? *Qué es un líder Charro? *Cómo saber si en tu sindicato tienes a un líder combativo o charro?

Sopa de Grillos

Sopa de Grillos
Gobierno
Agosto 16, 2015 20:41 hrs.
Gobierno ›
Esteban Blancas Balbuena › codice21.com.mx

1,421 vistas

Un Sindicato, es una asociación de trabajadores permanentes, cuyo objetivo es la defensa de los intereses profesionales, económicos y laborales de los asociados.

Los asuntos más comúnmente tratados por un sindicato, son principalmente los salarios, que buscan elevar en lo posible, y una vivienda digna —más otras condiciones de trabajo como periodos de vacaciones, tiempos de descanso, calidad de instalaciones, capacitación profesional para elevar los salarios, entre otras cosas.

La palabra “Líder charro”, es un calificativo que surgió en el año de 1948, durante el gobierno de Miguel Alemán, cuando el líder ferrocarrilero Jesús Díaz de León (a quien le agradaba vestirse con el traje de charro y acudía al sindicato vestido de esa manera), se hizo secretario general del sindicato y vendió, en su oportunidad, los intereses de los obreros ferrocarrileros al gobierno alemanista. Desde entonces, conocido el gran papel sindical que habían jugado los obreros con sus movilizaciones, huelgas, así como por las represiones que habían sufrido, causó mucho enojo esa actitud entreguista.

El presidente Alemán, para mantener al “charro” Díaz en la secretaría general, encarceló a los líderes de la oposición de entonces: Gómez (Zepeda), Sánchez Castorena y Valentín Campa. No sólo se doblegó y sometió a los ferrocarrileros sino que el gobierno también logró amedrentar a los demás sindicatos que se declaraban rebeldes. Así se acuñó el calificativo de “charro” para todos aquellos líderes al servicio del poder.

Un líder combativo es aquel, que tiene siempre un espíritu de lucha sindical, es decir, defiende siempre a sus agremiados ante los abusos del patrón, y pelea porque los salarios de sus agremiados y principalmente, de las categorías más bajas, se eleven a un salario digno, para satisfacer las necesidades económicas, sociales, educativas y culturales para su familia.

A parte de ser combativo el líder, debe ser transparente y honesto, del uso de sus recursos económicos, que maneja en el sindicato, y rendir cuentas a los agremiados periódicamente, como, las cuotas sindicales, caja de ahorros, mini pólizas, etcétera, y de someterse a las auditorias de la comisión de vigilancia o de honor y justicia, siempre y cuando, no estén coludidas con el dirigente.

El verdadero líder combativo, es aquel, que se la pasa preocupado por lograr beneficios substanciales económicos, principalmente incrementando el sueldo base, porque, ese rubro, es el punto de partida para que se incrementen: los quinquenios, la prima vacacional, gratificación anual o el aguinaldo, y principalmente la pensión y jubilación digna.

Y en lo social, tener una guardería, con una infraestructura física adecuada, con personal profesional, que tenga formación en el desarrollo del niño, como: pediatras, nutriólogos, enfermeras, entre otros, además de personal de apoyo, seguridad en el centro, con un programa educativo con material didáctico y pedagógico, que responda a las necesidades educativas de los niños y principalmente que cumplan la normatividad, los estándares mínimos de calidad, tanto del servicio educativo que ofrece, y que el espacio sea suficiente en las instalaciones, las cuales deben estar higiénicas y equipadas.

El líder charro, es aquel que hace cochupos y es cómplice con el patrón; negocia sus beneficios personales y de sus incondicionales, vendiendo plazas y ascensos, a diestra y siniestra, porque quieren tener trabajadores en cantidad, no en calidad, además de que protegen y fomentan a los aviadores, mal que los funcionarios públicos permiten, “el que no tranza no avanza”, no se preocupa por defender los intereses de los trabajadores, ya que crecieron bajo una cultura donde la corrupción no se castiga, al contrario es bien vista, donde todo el tiempo al patrón le dicen: “sí señor, lo que usted diga” y jamás se inconforman en contra de él o le hacen una manifestación por alguna injusticia que cometa un gobierno o los funcionarios.

En su etapa de liderazgo, sólo busca beneficios propios, como regidurías, presidentes municipales, diputados, etcétera y se la llevan de "muertito", llevando una vida social opulenta, comiendo en los mejores restaurantes; se toman fotografías y se las publican en los medios escritos y digitales o redes sociales, cuando asisten a los mejores eventos sociales, sirven de “damas de compañía” de los gobernantes en turno y se la pasan disfrutando de la buena vida y derrochando el alcohol y las comidas con los de su misma especie, a costilla de las cuotas del trabajador y ves al dirigente charro más en los eventos sociales, que en las luchas sindicales.

Simulan que trabajan, pero en realidad sirven a otros intereses, su función principal, es de no luchar por los intereses verdaderos de los trabajadores, sólo cacaraquear las dádivas que les da el patrón y las gestorías que consiguen como “paliativos” de materiales de plástico y adbesto, por lo que sólo cumplen con hacer todos los trámites administrativos a los sindicalizados y dicen, que están trabajando.

El charro, es inteligente, sólo va logrando aumentos en las prestaciones o conquistas sindicales, que lograron los líderes combativos y honestos de años anteriores, pero jamás logran conquistas sindicales substánciales, que satisfaga totalmente las necesidades del trabajador, pero salen de su gestión sindical, con su salario decoroso mayor que los trabajadores y bien acomodada su familia y sus compadres, comadres e incondicionales que tienen como “paleros”. También manejan la situación económica del trabajador, haciéndoles préstamos económicos, prometiéndoles ascensos y que a sus hijos, al marido o esposa, los va a ingresar a la institución como supernumerarios y les va a lograr su base sindical para tenerlos bien controlados y así, se los lleva por muchos años.

El dirigente charro goza de muchos privilegios que no merece. En un sindicato fuerte en cantidad de agremiados, le dan mal uso a las cuotas sindicales, utilizándolas para la adquisición de unidades nuevas, según para ser la “gestoría social” de los trabajadores, pero las ocupan principalmente para su uso personal, y las usan como particulares con sus familiares, donde vacacionan los fines de semana en todo el estado o en otros estados, y al final de su periodo como dirigente sindical, sólo entrega el volante y se han dado algunos casos, que hasta de las oficinas sindicales se roban los aparatos electrónicos y muebles de oficina.

Si el sindicato lleva más de 30 años y el trabajador no tiene un alto nivel económico de vida, con su familia, significa que no han avanzado sindicalmente, por culpa de los dirigentes que ha tenido un sindicato o porque, los sindicalizados son conformistas y agachones en su lucha, por no mejorar sus prestaciones económicas.

En México, el charrismo sindical sigue siendo poderoso, por el apoyo que recibe de los diferentes gobiernos como pago y agradecimiento del respaldo que los líderes le dan en las campañas políticas y frenando las luchas sindicales de los trabajadores.

Ahora debes de saber, si eres un trabajador sindical, qué tipo de líderes o dirigentes tienes en tu sindicato, o si eres un trabajador conformista agachón, recuerda que cuando tienes un sueldo decoroso, tendrás a futuro una jubilación digna, recapacita y has un análisis como trabajador, qué has hecho por tu sindicato, ¿Combativo o charro? Es tiempo de corregir el rumbo porque no es lo mismo “ya no puedo trabajar, a ya no quiero trabajar”. Y después “no llores como una dama, lo que no pudiste defender como activo, un salario decoroso para tu familia”.

Ver nota completa...

Sopa de Grillos

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.