Apango obliga a aplicar oficio político; necesario calmar al fiscal Xavier Olea
Ángel Irra Carceda
Es claro que en el conflicto que se vive en Mártir de Cuilapan (Apango), la prudencia y el oficio político son obligados.
Lo apunté en la pasada entrega de Un Rapidín, el serrucho debe de jalar parejo, pa´tras y pa´delante.
Pero lo importante es la prudencia y el oficio político para que los ánimos entre los grupos en conflicto no se desborden, al grado de una tragedia.
En lo particular he escuchado y leído posiciones del gobernador Héctor Astudillo Flores y del secretario general de gobierno, Florencio Salazar Adame, que apuntan en ese sentido.
Es del dominio público que en Mártir de Cuilapan (Apango), durante muchos años se ha padecido de ingobernabilidad.
Vamos, hasta la ahora alcaldesa Felícitas Muñiz Gómez ha contribuido. No hay que olvidar que élla misma fue cabeza de un movimiento similar al que ahora enfrenta en contra de un alcalde del cual fue opositora.
Lo positivo de esto, es que el gobernador ya se reunió con los opositores a la alcaldesa por el Partido Movimiento Ciudadano y los conminó a dejar la ruta de la violencia.
Entiendo que se reunió con regidores opositores a Felícitas Muñiz. Y, también, que en las próximas horas saldrá libre el ex alcalde Crisóforo Nava Barrios, detenido, según la Fiscalía General del Estado, por la presunta comisión del delito de despojo.
Y sepa a qué despojo se refiere la Fiscalía, porque de eso no ha precisado absolutamente nada, oficialmente.
Hago votos porque regrese la calma a Mártir de Cuilapan, y que ya calmen al fiscal Xavier Olea Peláez.
Y, asimismo, que en el Congreso del Estado los diputados cumplan con su chamba, caiga quien caiga.
El horno no está para bollos. El gobernador Astudillo tiene muchos problemas, como para que le generan una tragedia en ese municipio vecino a Chilpancingo.
¿Comprenderá eso el fiscal Xavier Olea Peláez? (www.agenciairza.com)