Aquí, pensando en voz alta
Ana María Ponce Martínez @astradiosa
Después de que la derecha nos negara, a toda la población, la democracia, de forma sistemática, el triunfo del 2018 fue esperanzador para todo el país, incluso para aquéllos que se creían intocados por la mala praxis entreguista de nuestros gobernantes impuestos, pues fue tal la dilapidación de la soberanía nacional, que todos estábamos de rodillas, empobrecidos, sin leyes justas que nos sostuvieran en un estado de legalidad y derecho.
Todas las leyes, incluso la Constitución Federal, se adecuaban para el despilfarro y el entreguismo total de nuestros recursos naturales y de nuestra soberanía. Con presidentes peleles, indignos y sobre todo, ignorantes, México había perdido la brújula, éramos escarnio internacional, no necesitaron espejitos para engañarnos, todo lo entregaban ante la mirada atónita de la población ofendida, que no podía protestar so pena de ser desaparecido o muerto en el instante de la protesta.
Así las cosas, hoy se cumple un ciclo de grandeza nacional, con un presidente y un pueblo digno. Al día de hoy da gusto saber que por fin estamos de pie, sabemos que falta mucho para regresar lo que se llevaron, pero saber que hay un alto al saqueo de los bienes nacionales y que se están construyendo obras generadoras de dinero que servirán para levantar a la población más agraviada, nos da esperanza a seguir unidos para defender el gran legado heredado por el presidente de México Lic. Andrés Manuel López Obrador.
Hoy las lágrimas de despedida son de júbilo por todo el amor que nos dio en estos seis años de gobierno. Por el plan C, por las reformas constitucionales que vuelven a blindar a nuestro país. Estoy segura que los loros, el Quetzal, el Cenzontle, el leopardo, las ardillas y hasta las víboras están cantando de júbilo, al saber que su casa no se convertirá en un hoyo inerme gigantesco que despida gases tóxicos.
El que se logre la prohibición de la minería a cielo abierto es una de las mejores herencias que nos quedan de este gran ser humano que nos tocó como presidente.
Este país dejará de ser un cementerio y volverá a brillar, las bases están sentadas, falta que la ciudadanía hagamos nuestra parte. Seguir unidos y en paz, sabiendo que somos soberanos e independientes, pues tenemos un país rico, con largas cadenas montañosa, selvas, literales, playas, y una población trabajadora.
Seguiremos tus enseñanzas y cuidaremos tu legado, pero sobre todo. Le enseñaremos a nuestras próximas generaciones a defender el patrimonio, a la patria, a nosotros y nosotras.
Hasta Siempre Presidente!