Luego de la primera etapa de vacaciones, con motivo de la Semana Santa, donde el puerto registró buena afluencia de visitantes, prestadores de servicios turísticos de la zona, que cuentan con todos los permisos para la atención a los turistas, se quejaron por la venta de bebidas alcohólicas por parte de los ambulantes, los cuales ponen en peligro a los vacacionistas, ya que se desconoce si el licor es adulterado o no, por lo que pidieron la intervención de la Profepa.
“No es posible que los ambulantes sin pagar impuestos y con la complacencia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, vendan cocos con ginebra y otros licores sin licencia de funcionamiento, lo que puede ocasionar una tragedia en la zona, ya que los turistas se arriesgan al tomar alcohol que no saben si es adulterado o no, por lo que hacemos un llamado a las autoridades competentes para frenar estas prácticas”, señaló un lanchero.
El turistero señaló que pese a las múltiples denuncias al personal de la Profepa, sólo les informan que supervisarán la franja de arena y que evitarán la venta de bebidas embriagantes a los que no cuenten con su licencia respectiva, pero que los días pasan y se sigue con lo mismo, hasta el grado de que los ambulantes portan el logotipo de la Promotora de Playas para evadir a los supervisores del gobierno federal y estatal.
En un recorrido que se hizo por la zona, se observó una camioneta tipo Estaquitas, estacionada en uno de los accesos a playa Caleta, donde dos personas ofrecían a los turistas y residentes cocos con ginebra ante la presencia de policías federales y estatales, por lo que los turisteros urgieron a las autoridades revisar el problema, con el fin de evitar una tragedia que pudiera afectar a algún visitante, lo que podría repercutir negativamente en la imagen del puerto.