Zona Cero

Bety y el Chucho mayor les gusta escupir pa´arriba, porque creen que su inmaculada saliva no les mancha la cara.

Decir que el incremento de la violencia en el estado de Guerrero confirma el pacto entre el gobernador elector Héctor Astudillo Flores y la delincuencia organizada, es una irresponsabilidad. La elección de gobernador ya fue calificada por los tribunales, porque los dichos de Beatriz y su equipo de abogados no tuvieron validez ante las instancias calificadoras.

La excandidata debería saber que para acusar debe comprobar y, sin pruebas que sustenten su dicho, mejor ni hablar.

Bety Mojica hace mal en acusar hacia afuera y hacia adentro de su partido. No puede erigirse en juez de sus propios compañeros cuando éstos le acercaron esos votos que le dieron la fuerza electoral que alcanzó el día de la votación. Y esos votos no todos son suyos, pues un alto porcentaje son de quienes se los acercaron.

Por eso ahora que intenta presentarse como la consciencia crítica del PRD, que igual señala hacia afuera que hacia adentro, como lo hace en contra de Sebastián de la Rosa, es cuestionable porque pretende en un acto de amnesia no recordar que a quien ataca con tanta tirria encabeza una de las fuerzas estatales que más le apoyó electoralmente.

Señalar a Sebastián de la Rosa que tiene corresponsabilidad en el caso Iguala, cuando fueron los Chuchos quienes promovieron la candidatura de José Luis Abarca, los mismos que maniobraron e inventaron una encuesta para ponerla en primer lugar en las preferencias electorales para que pudiera ser la candidata a gobernadora, es síntoma de que padecen graves problemas de memoria.

Hoy De la Rosa les ganó en maniobrar políticamente y lo eligieron coordinador de los diputados del PRD en el Congreso local, y esa es la tirria que traen. Son falsos aquellos que están saliendo del PRD a rasgarse las vestiduras por el caso Iguala, cuando nunca antes lo hicieron. Su problema es que querían la coordinación para su grupo y al no poder imponerse gritan y lanzan denuestos a diestra y siniestra.

Por eso divierte el Chucho mayor, Jesús Ortega, cuando pide que los diputados dejen el fuero y que deben estar cercanos a la gente, cuando precisamente este político junto con su camarilla torcieron el camino del PRD, para volverlo un partido entreguista y negociador de canonjías frente al gobierno federal. Con ellos a la cabeza ha sido cuando más lejano ha estado el PRD de la población. Iluso, asegura que el PRD regresará al gobierno del estado de Guerrero, cosa que es increíblemente fantasiosa si éstos siguen enlodando a un partido que nació con buenas intenciones.

Hoy en Guerrero es Beatriz Mojica la representante del Nueva Izquierda, la corriente de los Chuchos, y se antoja difícil imaginar que reconquistarán el poder con ella a la cabeza si pretende comportarse como chivo en cristalería, y tirarle lodo a todo lo que no sea de su agrado.

Mayor civilidad política de sus políticos merece el pueblo de Guerrero.