**Urge apoyo de la federación para Acapulco
Roberto Santos
Urge que Acapulco reciba el apoyo de la federación para atacar la inseguridad. Lamentablemente tienen que suceder hechos como el del sábado, donde algunos pistoleros balearon la fachada de un negocio, resultando muerto el trabajador de un hotel, y heridos dos guardias de seguridad del próximo gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores –quien se encontraba junto con su esposa cenando cerca del lugar objetivo de los sicarios– para que autoridades y ciudadanía voltee a ver la realidad violenta en la que está sumida el estado por culpa de las bandas de delincuentes que pelean mayores espacios para hacer prosperar su negocio basado en la violencia.
Queda claro que el objetivo no era Héctor Astudillo. Lamentablemente un adulto mayor resultó muerto por los sicarios, y solo porque se convirtió en noticia nacional e internacional es como la gendarmería inició un operativo de exótico nombre, como inútil hasta el momento.
Claro que no faltan quienes solo están a la caza de malas noticias para culpar al presidente municipal de Acapulco, y otros señalar que el atentado era en contra de Astudillo Flores.
Es cierto que lo que sucede en el puerto es responsabilidad de Evodio Velázquez, pero tiene pocos días en el gobierno como para exigirle resultados positivos de manera inmediata.
La violencia tiene años incubada en Guerrero, y necesariamente urge la participación decidida –no simulada- de la federación para atender este fenómeno que se ha enquistado en el puerto, haciendo daño a miles de personas.
No hay que olvidar que es obligación de la Gendarmería atender la delincuencia que está relacionada con la distribución y consumo de drogas, aunque en el puerto los agentes de esta corporación parece que vienen a turistear, pues no han atendido el caso como la gravedad del asunto requiere.
Habrá que esperar resultados del operativo implementado en Acapulco, porque al igual que este puerto, otros municipios están olvidados y no parece existir trabajo de inteligencia para prevenir la presencia violenta ni para inhibir el actuar de algunas bandas delincuenciales, que operan con total impunidad en distintas regiones del estado.
Héctor Astudillo y Evodio Velázquez han manifestado interés de coordinarse para atender este delicado asunto, pero es necesaria la participación no disimulada del gobierno federal para inhibir la violencia de los grupos delictivos en Acapulco y el resto del estado.